Llegué y llamé a tu puerta
Llegué y toqué tu corazón
con el fin de obtener un lecho para descansar
y un escaño al lado del buen fuego bienhechore
¿por qué me rechazas?
Ábreme, hermano mío!
.
¿Por qué preguntarme
a mi si soy de África
si me crié en América
si provengo de Asia
o si nací en Europa?
¡Ábreme, hermano mío!
.
¿Por qué preguntarme
por el largo de mi nariz
el espesor de mi boca
el colorido de mi piel
o el nombre de mis dioses?
Ábreme, hermano mío!
.
Ni soy color negro
ni soy pintura roja
ni pigmento amarillo
ni coloración blanca
sino sólo un hombre
Ábreme, hermano mío!
.
Ábreme tu puerta
descorre tu corazón
porque soy un hombre
el hombre de todos los nacimientos
el hombre de todos los firmamentos
¡Ese hombre que es tu semejanza!
Tu amigo es:
El que siendo leal y sincero te comprende.
El que te acepta como eres y tiene fe en ti.
El que sin envidia reconoce tus valores,
te estimula y elogia sin adularte.
El que te ayuda desinteresadamente
y no abusa de tu bondad.
El que con sabios consejos te ayuda
a construir y pulir tu personalidad.
El que goza con las alegrías
que llegan a tu corazón.
El que sin penetrar en tu intimidad,
trata de conocer tu dificultad para ayudarte.
El que sin herirte te aclara
lo que entendiste mal o te saca del error.
El que levanta tu ánimo cuando estás caído.
El que con cuidados y atenciones
quiere menguar el dolor de tu enfermedad.
El que te perdona con generosidad,
olvidando tu ofensa.
El que ve en ti un ser humano con alegrías,
esperanzas, debilidades y luchas...
Este es un amigo verdadero.
Si lo descubres, consérvalo como un gran tesoro.